Hoy agradezco haber comenzado este blog, cuando lo empecé tenia miedo y no estaba segura de si yo podría escribir lo que sentía.
Admiraba el blog de cada uno de ustedes por lo que decían con sus palabras tan hermosas, llevando de sus manos al amor, a la tristeza, al odio, a la risa, a la reflexion, en un palabra al sentimiento encontrado dentro de cada uno de nosotros
Por eso es que tengo que agradecerles, por sus palabras a cada uno.
Y agradecer a todos y a cada uno por entrar en mi casita a darme la bienvenida y darme sus palabras de apoyo.
Tendrán que tenerme un poquito de paciencia ya que todavía hay muchas cosas que no conozco bien para moverme en mi pc, pero visitare a todos en sus casitas.
Les quiero dejar este texto de Juan Ramón Jimenez, para mi fue el libro Platero y Yo
el mas dulce y tierno que leí.
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Solo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente "¿Platero?", y viene a mi con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no se que cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy. Le gustan la naranjas, mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos morados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra... Cuando paseo sobre el, los domingos, por las ultimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
- Tiene acero...
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.